Los inyectores requieren de un cuidado minucioso. De ahí la importancia, entre otros mantenimientos, de detectar los síntomas de inyectores sucios y actuar de forma inmediata para evitar reparaciones que terminan siendo muy costosas. Para prevenir averías y aumentar su vida útil, se deben tomar en consideración una serie de pautas:
Ante cualquier síntoma de inyectores sucios o en mal estado, resulta fundamental identificar y resolver el problema lo antes posible, dado que una inyección de combustible errónea puede generar una avería grave en el motor.
En los vehículos de última generación, existe la posibilidad de realizar una codificación de los inyectores mediante bancos de prueba. Esta operación consiste en una calibración de los inyectores para equilibrar su funcionamiento, evitando un desgaste prematuro y paliando los desajustes ocasionados por el envejecimiento del motor.
Circular con los inyectores en buen estado no solo garantiza el buen rendimiento del motor, con ello se consigue también un ahorro importante de combustible, se expulsan menos partículas nocivas al exterior, mejora la vida útil del filtro de partículas, etc.